16-5-08
Encuentro con mi hermanita. Visita a Maspalomas.
Encuentro con mi hermanita. Visita a Maspalomas.
¡Hola de nuevo, gente! ¿Os están gustando las crónicas? Espero que así sea y que no os esté aburriendo mucho, porque aún me quedan un montón de cosas que contaros. Hoy toca hablar del segundo día de mi estancia, el de mi excursión al sur de la isla y el día en el que conocí por fin en persona a mi imôto-chan canaria. ^^
Esa mañana, al contrario que el primer día, sí que aproveché para desayunar en el buffet libre del hotel, que, según Usagi, era muy bueno. ¡Y lo certifico! Un comedor amplio y con suficientes mesas como para que nadie se tenga que quedar sin sentarse, y con un buffet de desayuno más que bien surtido. Ese día me limité, eso sí, a un café con leche y unas galletas... los nervios me podían hasta el punto de quitarme el hambre, a pesar de no haber apenas cenado nada la noche anterior.
A continuación me dirigí a recoger el coche, tras lo cual, pasadas las nueve de la mañana, sin más dilación puse rumbo al sur de la isla, concretamente al pueblo de El Tablero de Maspalomas, en el que vive mi hermanita Judit. Es un pequeño núcleo urbano (mucho más pequeño de lo que yo me imaginaba, de hecho) pegado a la ciudad de Maspalomas, de la cual se puede considerar más bien una especie de extensión o barrio exterior. Se llega hasta allí perfectamente desde la autovía GC-1, que recorre todo el litoral este de la isla, siguiendo la costa y sin perder las espectaculares vistas del mar prácticamente en ningún momento. Por cierto, he de añadir que las autovías canarias son de las mejores por las que he circulado nunca, con un firme absolutamente impecable que muchos quisiéramos ver en las maltrechas autovías de la Península.
El viaje transcurrió plácidamente y llegué a El Tablero sin problemas, aparcando el coche junto al Mercadona. Como había llegado un poco pronto y Judit aún no estaba lista, aproveché para dar un breve paseo por el pueblo, por cierto inmerso en plenas fiestas como se podía comprobar por la multitud de banderines que adornaban las calles y como me confirmó el dueño del bar en el que me metí a tomar un café.
A continuación, vuelta al Mercadona, donde por fin se produce el esperado encuentro. Y no me defraudó lo más mínimo, puesto que mi imôto-chan me recibió exactamente como os conté en el primer post, que es como ella me había asegurado que lo haría: lanzándose sobre mí a la carrera, desde el otro extremo de la calle, para saludarme con el que probablemente es el abrazote más cálido y fuerte que me han dado en mucho tiempo. Y aunque ya estaba sobre aviso, os puedo asegurar que una bienvenida así, en un pueblo desconocido, por parte de alguien a quien ves en persona por vez primera, produce una emoción indescriptible, es algo que me ha llegado muy adentro y que no olvidaré nunca. :_)
Lo primero que hicimos fue pasear por las calles de El Tablero, llegando hasta el barranco que bordea el pueblo y que ofrece unas vistas espectaculares. Es posible incluso vislumbrar a lo lejos el Roque Nublo, que se encuentra en el centro de la isla. Desde allí nos dirigimos a la urbanización en la que vive Judit, haciendo una breve parada en su casa, gracias a lo cual tuve la oportunidad de conocer a sus padres (que me cayeron estupendamente y se mostraron muy amables conmigo) y a sus animalitos, Odie y Enya. El perrito Odie me recibió entusiasmado, lanzándose a jugar conmigo como si me conociera de toda la vida, mientras que la gata Enya (que, como podéis ver en la foto, es ¡precioooosaaa! ^__^) se mostró, como es lógico, tímida y desconfiada, aunque me alegró ver que por lo menos no trató de huir de mi y se mantuvo en todo momento subida al ventanal. Seguramente la presencia de su dueña ayudó a que se comportara así.
Los padres de Judit tuvieron el inmenso detalle de guiarnos con el coche hasta Maspalomas, así que no tuvimos ninguna dificultad en llegar hasta allá desde El Tablero. Cosa que agradecí muchísimo, porque yo al volante me pierdo con una facilidad pasmosa incluso en Madrid. Aparcamos junto a la playa y nos dirigimos hacia el faro, el cual, como podéis ver también en las fotos, es impresionante de verdad.
Seguimos caminando un poco más en dirección a las dunas, pero en ese momento empecé a notar los efectos adversos de las radiaciones solares sobre mi delicada piel, poco acostumbrada a la exposición directa al astro rey... es decir, que me quemé. Inútil de mí, siempre me pasa lo mismo. Mira que ir a Canarias en mayo y no llevarme cremas solares ni ningún tipo de protección para evitar estas cosas. No quedó más remedio que posponer la visita a las dunas para más tarde y entrar en la droguería de un centro comercial para comprar un after-sun, que me apliqué al momento para al menos minimizar un poco las quemaduras, y un tubo de crema protectora.
Por cierto, la combinación de la crema protectora con el tinte azul de la bolsa de plástico en la que me la dieron, unidas al intenso calor, dieron lugar a una desternillante anécdota que quizás os imaginéis... sí, exacto. Justamente ESTO.
Tras tomar un refresco allí mismo y aprovechar para pedirle a mi imôto-chan que me firmara una encuadernación de sus dibujos que llevé expresamente desde Madrid para la ocasión (y, naturalmente, después de limpiarme a fondo la cara XD), nos dispusimos a buscar un sitio donde comer. Estuvimos recorriendo durante un buen rato las calles de Maspalomas, en las que vimos sobre todo tres cosas: hoteles (Zan: - ¡Anda, mira, un hotel! Katsu: - ¿un hotel? ¿dónde, dónde? ¡nunca he visto uno! xDD), "Transformers" (prácticamente todos los coches que veíamos, pero sobre todo un par de coches amarillos que recordaban mucho al Bumblebee de la película XDD) y esculturas raras. Sí, esculturas raras. Las calles de Maspalomas, o al menos el núcleo turístico propiamente dicho, tienen un trazado bastante confuso que puede llevar al visitante a perderse con cierta facilidad, están conectadas entre sí por glorietas o rotondas decoradas con unas esculturas de formas más bien desconcertantes y que no se sabe muy bien qué representan, y están saturadas de hoteles, restaurantes y locales de fiestas (bastantes de los cuales estan principalmente orientados al turismo gay, por si a alguien que lea esto le interesa saberlo).
El buffet chino en el que quería comer Judit estaba cerrado, así que nos metimos en otro buffet cercano, en el que comimos más que aceptablemente bien. Tras ello, seguimos caminando por las calles de Maspalomas largo rato, y al final fuimos a parar de nuevo a la playa, y esta vez sí, llegamos hasta las dunas, aunque no llegamos a entrar en ellas porque no llevábamos el calzado apropiado y corríamos el riesgo de encontrarnos con las zapatillas inundadas de arena, además de que mis quemaduras estaban dándome en ese momento bastante guerra. Nos quedamos allí un rato contemplando las dunas y las magníficas esculturas de arena (no os perdáis la imagen del perenquen, un lagarto endémico de las Canarias) tras lo cual nos dimos la vuelta y llegamos hasta el parking en el que habíamos dejado el coche.
Antes de volver a El Tablero, nos metimos en una heladería cercana para poder cumplir la promesa que le había hecho a Judit desde hace tiempo, invitarla a un helado (o a todos los que quisiera). Ahí rivalizamos los dos a ver quién pedía la combinación de sabores más extraña... y ganó ella por amplia goleada, no hay duda. Mi combinación de vainilla y cappuccino no tuvo ninguna posibilidad de competir frente a su helado de chicle, menta y chocolate y Bounty de coco. XDD
Tras dejar a Judit en su casa (previo trámite de firmarme la libreta, por supuesto, algo que le pedí un poco antes mientras estábamos sentados junto a las dunas), aún era pronto y en principio yo tenía la idea de recorrerme un poco más el pueblo, pero cambié de opinión al ver que amenazaba seriamente con ponerse a llover. Así que regresé a Las Palmas y, tras dar muchos rodeos, despistarme, volver a salir a la autovía, no poder dar la vuelta hasta llegar a Telde, volver a entrar en Las Palmas y callejear durante un buen rato, al final logré encontrar un hueco para aparcar el coche. Vuelta al hotel, de nuevo una cena más bien escasa porque tenía poco apetito, y a descansar tras un día largo, agotador, pero magníficamente bien aprovechado y que desde luego valió la pena. ^^
5月16日(金)には、妹ちゃんのジュディットちゃんと会いにマスパロマスへ行くことにしました。 レンタル車に乗ってジュディットちゃんが住んでいる「エル・タブレロ町」へ行って、そこから一緒にマスパロマスに行きました。エル・タブレロは小さい町だが、そこからきれいな景色がはっきり見えますので、たくさんの写真を撮ることができました。
マスパロマスの有名な灯台と砂丘を眺めたり、食べ放題のレストランで一緒に食事をしたり、マスパロマスの中心を散歩したりしました。 あいにく、日焼けにかかってしまった私は、たいへん困ったのですが、とても楽しみました。
11 Comments:
jojojojo estabas tan mono con ese color, Papa Pitufo... XDDDDD
estoy encantada de que te haya gustado la zona sur, y la panzá de risas que nos pegamos ese día, eh? :D welve prontoooo! que tengo que volver a vencerte en competición de combinacion de helado XD
¡Preciosas las fotos! ^__^ Echo de menos el Tablero, y el sur... ains, ojala en verano pueda bajar aunque sea unas horitas.
Jo, pues yo... yo... ¡aun no conozco las dunas1 Pwero el lagarto mola. Y me vas a oerdonar, pero lo que hubiera dado por verte de azul como un kree cualquiera1 XDDD
Qué bonitos los paisajes de las fotos, qué playas, y ¡esas dunas! Qué buena publicidad estás haciendo de la isla. Y además se ve que le sacaste mucho jugo a tu estancia :D
q grande lo de la crema xDDDD pobrecito...madrileño de pro: blanco sábana...yo no sé qué os pasa, necesitais mezclaros con gente sureña a ver si os tostais un poquito......XD
Qué curioso el paisaje canario...espero poder visitar las islas algún dia ^^
Gracias por vuestros comentarios, me llena de alegría saber que tanto las crónicas como las fotos están siendo de vuestro agrado. ^^
Zan, ¿Volver a vencerme? ¡Eso está por ver! He aprendido de mi derrota, ¡ya me tomaré la cumplida revancha "heladera" la próxima vez, bwahahaha! ;-)
Noe: ¡Gracias! Me alegro de que te gusten las fotos, pero como ya dije en el post anterior... las felicitaciones, a mi cámara, que es la que tiene todo el mérito. Yo me limito a pulsar el botoncito. ^^
Usagi: "Jo, pues yo... yo... ¡aun no conozco las dunas1"
¡Katsu 2, Usagi 0! XDD
"...lo que hubiera dado por verte de azul como un kree cualquiera"
Aaah, se siente... únicamente nuestra hermanita ha tenido el privilegio de verme transmutado en pitufo, y algo así no se va a repetir nunca jamás en la vida, conque...
(sobre todo porque la próxima vez, pediré que la bolsa sea verde XDD)
Mish: Claro que le hago publicidad, y encantado además, porque la islita bien que se la merece. Ojalá puedas ir tú también algún día, ya verás cómo acabas deseando volver como me está ocurriendo a mi. ;-)
Darja: bueno, en realidad no soy tan blanco, lo que ocurre es que no estoy acostumbrado a exponerme mucho rato seguido al sol y por tanto me quemo con facilidad.
De hecho no es la primera vez que me ocurre esto, mismamente en el pueblo ya me he quemado unas cuantas veces en verano. Lo que pasa es que mis neuronas en sempiterno estado de vagancia siempre me juegan la misma mala pasada y me hacen tropezar en la misma piedra no dos, ni tres, sino mil veces... ^^U
katzu!!! eras el autentico principe azul XDDDDD waa!! a ver si nos vemos zan-san!!! ya te mandare un sms para vernos en el salon ^O^ Odie parece ser tan efusivo como su duerña. es que bien dicen que cada animal se parece a su dueño ^__*
Uuups... acabo de darme cuenta de que lo de "espero que puedas ir tú también algún día", que iba para Darja, se ha trastocado por arte de magia y ha ido a parar al comentario dirigido a Mish... xDD ^^U
(Veamos... lo hizo un mago, hala. Sí, eso, un mago. ¿Cuela? XD)
pues hay que ponerse al sol!!! (pero con precauciones) xDD
Lo del mago SIEMPRE cuela XDDDDDDDDDDDDD
No me puedo creer que no tengas una foto de tu metamorfosis azulosa, ¡es que no nos la quieres enseñar! XD Pobrecico, yo te comprendo perfectamente, siempre soy la primera en achicharrarme por mucha crema que me eche (aunque claro, yo jamas me he vuelto azul XDDDD)
Y hasta has conocido a Oddie y a Enya...y una ves mas, que preciosidad de fotos ^^
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