Título: Gaurodan
Autor: Locomalito
Música: Gryzor87
Ilustración de cubierta: Marek Barej
Género: Shoot-em-up
Licencia: Donationware
(gratuito, con posibilidad de hacer una donación voluntaria al autor)
Creo que a estas alturas todos sabéis que soy un nostálgico de los videojuegos antiguos, de los arcades clásicos de salón recreativo de los años 80-90, de aquellos juegos de acción frenética en los que lo único que importa es avanzar y masacrar a tu paso cuantos más / naves / alienígenas / robots / artillería enemiga hostil mejor. Juegos cuya mecánica es tan simple como adictiva y que, a pesar de estar técnicamente a años luz de los videojuegos actuales, eran, a mi juicio, infinitamente más divertidos.
Y por eso me ha alegrado mucho encontrarme recientemente (bueno, hace un par de años, pero es ahora cuando de verdad estoy descubriendo todos sus juegos) con la web de Locomalito, un desarrollador de videojuegos independiente malagueño, igualmente nostálgico de aquellos tiempos, que, él solito, es capaz de currarse unos títulos que son auténticas joyas de lo "retro" y que destilan por todos los poros el inconfundible aroma y la diversión sin límites de los clásicos arcades ochenteros. Juegos artesanales y muy simples, con un nivel de dificultad muy alto y exigente sin llegar a lo imposible, y con un aspecto gráfico tan cuidado que muy bien podría estar, sin desentonar lo más mínimo, en cualquier salón recreativo de aquellos años.
De momento son tres los juegos de Locomalito que he tenido el placer de jugar, y uno de ellos (al que dedicaré otro post dentro de no mucho) ya he logrado acabarlo: el sensacional Hydorah, un arcade espacial "de naves" de desplazamiento lateral que bebe directamente de inolvidables clásicos del género como Gradius, R-Type, Darius y muchos otros, a los que además hace un sentido y muy personal homenaje (si tuviera en la portada el sello de Konami, podría pasar muy decentemente por una entrega más de la saga Gradius, y me atrevo a decir que quizás una de las mejores).
También estoy jugando actualmente al que quizás es su título más conocido, Maldita Castilla, otro arcade lateral que en este caso toma como referencia directa al mítico Ghosts 'n ' Goblins y le da un completísimo y personal lavado de cara, trasladando la acción a la Castilla del siglo XI e inundando el juego con los más variopintos seres y monstruos de la mitología española. Una auténtica maravilla, divertida hasta decir basta y realmente conseguida en todos los aspectos, tanto a nivel gráfico como sonoro.
Pero de esos dos hablaré otro día, porque hoy, ya sin más preámbulos, quiero comentar en detalle el tercer juego de Locomalito al que me he enganchado: Gaurodan. De nuevo, un "mata-mata" frenético y de elevadísima dificultad, en el que lo único que importa es acabar con cuantos más enemigos mejor y, de paso, si se puede (aunque no es imprescindible para avanzar), arrasar los escenarios hasta no dejar ni los cimientos. Y que, en este caso, tiene unas inspiraciones de lo más particulares: por un lado, títulos como Choplifter, aquel viejo arcade en el que con un helicóptero ibamos recorriendo escenarios horizontalmente, destruyendo enemigos con nuestros misiles, y del cual toma prestada con toda fidelidad la mecánica de juego. Y por otro, las kaijû eiga japonesas, las clásicas películas de monstruos encabezadas por Godzilla, Gamera y demás panda mutante-alienígena-destrozona, que son su indudable referente tanto para el personaje que manejamos como para los dos monstruos contra los que lucharemos a lo largo del juego.
Aquí es donde empieza todo...
スタートスクリーン
Porque nuestro personaje, Gaurodan, no es ni más ni menos que una especie de pterodáctilo mitológico con muy mala uva, con el que tenemos que enfrentarnos al terrible monstruo de fuego Guayota, cuyo huevo ha sido encontrado por los humanos recientemente en las profundidades del Teide. Con el objetivo de abatir a este formidable antagonista, y de paso castigar a los humanos por haberle despertado de su letargo, nuestro pajarraco recorrerá once etapas a lo largo y ancho de las islas Canarias, enfrentándose por el camino al ejército español en pleno y a unos alienígenas que por algún desconocido motivo nos la tienen igualmente jurada... y arrasando hasta los cimientos diversas ciudades del archipiélago canario como Arrecife, Santa Cruz de Tenerife o San Sebastián de la Gomera.
Sí, habéis leido bien: el juego, sorprendentemente, está ambientado en mis queridas islas Canarias, es otro detalle de originalidad muy de agradecer. Y no puedo negar que es un aspecto que me ha llamado poderosamente la atención por lo inusual. Espero que a mis amigos canarios no les moleste que encuentre tan divertido destruir sus ciudades sin piedad, pero es que el juego realmente es así: divertido, frenético, rapidísimo, con un poder adictivo enorme... y muy, pero que muy difícil. Porque Locomalito tampoco es que nos dé muchas ayudas precisamente.
Esto es ser problemático y destrozón desde la más tierna infancia, sí señor
タマゴを出る前さえ破壊力が大きい
Gaurodan se puede desplazar libremente de izquierda a derecha y de arriba a abajo, y puede disparar tanto en horizontal (lo que nos vendrá muy bien para abatir a los helicópteros, aviones y demás enemigos voladores) como en diagonal hacia el suelo (para destruir torretas, cañones, tanques, lanzadores de misiles y "setas" alienígenas, así como para destruir los edificios y así liberar los power-ups que contienen.
Nuestro pajarraco haciendo de las suyas
敵を爆発させたところのガウロダン
Y como he dicho, nuestro pobre pajarraco lo tiene prácticamente todo en contra, incluso a su propio creador, que lo cierto es que ha sido algo sádico y no le ha dado apenas opciones de mejorar sus ataques ni de defenderse. Tan solo disponemos de tres tipos de power-ups: el potenciador de disparo, que amplia notablemente nuestra capacidad destructiva pero dura apenas unos segundos; el tiempo extra, que aparece en muy contadas ocasiones y añade 30 segundos al tiempo disponible para completar cada etapa, y un botiquín que añadirá un punto a nuestra ya seguramente maltrecha barra de vida. A ellos podemos añadir un icono en forma de estrella que también hay que liberar destruyendo el edificio en el que está contenido, y que no nos da mejora alguna, pero que nos permite sumar 200 puntos a nuestra puntuación.
Tal como acabo de comentar, contamos con un tiempo limitado y bastante reducido para terminar cada nivel. Al llegar a cero, no moriremos al instante, sino que será lanzado contra nosotros un misil guiado muy difícil de esquivar que, en caso de impactarnos, acabará con la vida de Gaurodan esté como esté en ese momento su barra de energía. Y solamente tenemos una vida, por lo que cada impacto recibido cuenta y disminuye mucho nuestras posibilidades de seguir adelante. Y para colmo, es imposible continuar la partida, sino que al perder nuestra única vida la partida finaliza por completo y debemos empezar de nuevo desde el principio.
Visto así puede parecer enormemente difícil completar este juego, y... para qué negarlo, así es. Pero esa es la marca de la casa de los juegos de Locomalito: un nivel de dificultad único y bastante alto desde el principio, que aunque en las primeras partidas puede llegar a descorazonar al jugador, en realidad no llega a ser auténticamente frustrante ni llegar a cotas extremas de sadismo, sino que está perfectamente medido y exige al jugador un proceso de aprendizaje para acabar sabiendo cómo superar los peligros y avanzar un poco más en cada partida, lo cual indudablemente alarga la vida del juego y lo hace más desafiante.
Bien mirado, ese y no otro el nivel de dificultad justo, porque si fuera más fácil, el juego perdería mucho interés. Aunque en este caso concreto, creo que se echan en falta algunos power-ups más, tanto de armamento como de energía o tiempo, porque hay fases en las que, en cuanto se nos acaba el disparo ampliado, derribar a ciertos enemigos con nuestro modesto disparo incial se hace francamente complicado, más aún cuando además hay que esquivar toda esa ensalada de balas y naves enemigas que nos rodean por todas partes, y luchar contra el escaso tiempo disponible. Algún otro tipo de disparo o un item de inmunidad temporal habrían sido muy de agradecer y no habrían hecho mella en la altísima exigencia del juego.
Esto es lo que ocurre cuando a Centora le despiertan de la siesta...
軍艦をシールドとして使うセントーラ
Gaurodan dispone de dos modos de juego, el modo historia (que es el que os he descrito, que consta de un total de once etapas, dos de ellas los enfrentamientos contra los "jefes" Centora y Guayota, dos kaijûs en toda regla) y el de supervivencia, que inicialmente está bloqueado y sólo podemos acceder a él tras superar los 20000 puntos en una partida en modo historia (lo que requerirá la nada fácil tarea de avanzar por lo menos cuatro o cinco pantallas). Tal como os podréis imaginar, en este modo no hay límite de tiempo y nuestra única misión es resistir lo más posible en el escenario, destruyendo todos los enemigos que podamos sin ser abatidos. Algo que, creedme, sucederá más pronto que tarde. Ya os digo que, si el juego normal es difícil, este modo de supervivencia es capaz de poner de los nervios a cualquiera, porque sí que es de todas todas el infierno, aquí ya no se nos da la menor tregua ni un segundo de respiro. Aguantar varios minutos en ese nivel es algo que, de verdad, sólo está al alcance de los más experimentados jugadores.
Gaurodan recreándose con el resultado de sus "travesuras"
破壊した都会を眺めているガウロダン
Aquí tenéis el gameplay completo de Gaurodan, con el final secreto. Aunque para disfrutarlo plenamente os recomiendo que primero lo juguéis y tratéis de superarlo sin ayuda.
最後までのゲームプレー
En resumen: quizás no sea uno de los mejores juegos de Locomalito (yo diría que estos son los mencionados Maldita Castilla y Hydorah), pero sí uno de los más divertidos y adictivos. Desde luego ha sido un descubrimiento muy grande y ya puede decirse que me he unido a su legión de admiradores y fans incondicionales de su trabajo, y esperaré con impaciencia sus próximas creaciones, además de seguir descargando y disfrutando de las que ya tiene disponibles.
Ah, y todo ello lo hace, tal como suena, "por amor al arte", sin ningún interés comercial ni lucrativo, porque sus juegos, ahí donde los veis, que si hubieran sido programados en los 80 seguramente estarían disponibles en más de un salón de máquinas recreativas y nos harían gastar moneda tras moneda para tratar de llegar un poco más lejos... son todos absolutamente gratuitos. Aunque quien lo desee puede donarle una cantidad, cosa que os animo a que hagáis, porque es una forma de agradecer el enorme esfuerzo que pone este hombre en sus creaciones y de darle nuestro apoyo para que siga adelante y nos deleite en el futuro con más de estas maravillas retro, que de verdad nos devuelven a lo que fueron, para muchos, los mejores años de los videojuegos.
Finalmente, os dejo con el enlace a la página web de Locomalito, de la cual os podéis descargar libremente todos sus juegos ( no requieren instalación, basta con descomprimir el ZIP que nos hemos bajado y hacer click en el ejecutable) con todos sus añadidos y extras (pósters, bandas sonoras, manuales, etc.).
Y por si acaso el autor llega a leer esto... que sepa que me quito el sombrero ante él, que su labor me parece digna de elogio y admiración y que ojalá pueda seguir deleitándonos con maravillas como esta durante mucho tiempo.
(Todas las imágenes proceden de la página web y el Twitter de Locomalito,
y las he utilizado en el presente artículo tan solo con fines ilustrativos).
スペインのゲームメーカー 「ロコマリト」 の最新の無料ゲームのコメント。
とても楽しくて、遊ぶ価値のある80年代のようなアーケードで、お勧めします。 (スペイン語だけ)